En la actualidad, hay tantos tipos de invitaciones que es difícil decidirse. Ya os he hablado de invitaciones
antes y
antes, y vuelvo a recordaros que yo estaré encantada de que me encarguéis las vuestras (y que despegue el negocio!); sin embargo, si tenéis ingenio, un poco de maña (la justita) y tiempo os las podéis fabricar vosotras mismas. Según lo que hagáis y cuánto busquéis os saldrán más baratas o no y, desde luego, más personales. Cuando sí ahorraréis es si conseguís que además de invitaciones sean un detallito para los invitados. No sé qué pensáis de los típicos regalitos de boda, pero yo, como pretendo que este blog se de cosas bonitas y nada grosero, me abstendré de opinar. Pero sí os puedo contar que Nacho y yo teníamos muy claro que no tiraríamos el dinero en cosas que la gente luego no sabe qué hacer con ellas.
Una vez más, no puedo desvelar mis sorpresas, pero os puedo sugerir una invitación diferente y que además puede ser práctica.
¿Conocéis
TIGER? ¡Yo no puedo ir mucho porque me vuelvo loca! Es como un "chino", pero en danés, con unos precios irrisorios. Lo malo de esto, pues ya lo sabéis, que vas echando en la cesta cosas de 2 euros y de repente pagas 70 como te descuides.
Bueno, pues allí compramos Nacho y yo cerca de 100 cajitas que no nos costaron más 18 euros, aunque aún no las hemos utilizado para nada. Si en ellas metemos unas
medias (baratísimas, de
Primark ¡otra que me encanta!), una
tirita (compráis cajas de muchas unidades), un poco de
hilo y una
aguja,
horquillas, una toallita húmeda, o cualquier otra cosa que se te ocurra, y le añades una tarjeta simpática, puede que te salga algo original. Si no os parece buena idea como invitación, os lo sugiero como obsequio, a mi gusto siempre más práctico que unos pajaritos de porcelana o algo así. ¡¡A no ser que os chiflen las figuritas de porcelana, claro!! Obviamente, esta es la versión para las féminas.
Otra invitación diferente y útil que os puedo hacer es la que veis en la imagen. Además de una etiqueta con la información básica de qué, dónde y cuándo, obsequiáis a los invitados con un puñadito de arroz para que os lancen el día B (de Boda, claro). En este caso, la novia pidió tubitos, pero pueden ser bolsitas de organza o cualquier otro tipo de envoltorio que se nos ocurra.