Tengo amigas que se están buscando las castañas lanzándose a probar suerte con sus propios negocios. Olé por ellas! sin embargo, sufro cuando veo fotos de sus creaciones que las desmerecen por completo. De nada sirve hacer algo muy mono si la imagen no invita a pinchar en ella. Las cosas, como los novios, nos entran primero por los ojos. (Vale, esto no siempre es cierto, pero me ha hecho gracia y lo he puesto).
No pretendo dar una clase exprés de Fotografía, además en la red hay multitud de blogs dedicados a bloggers muy buenos, con muchos consejos y recursos, pero quiero dejaros aquí un par de consejos que creo que os pueden ser útiles.
La Fotografía es el arte de captar la luz, y eso es lo que os tenéis que grabar a fuego en la mente: luz, luz, luz. Y dejaos de excusas como que no tengo cámara buena o no tengo un 50 mm, que una vez conocí a un fotógrafo indio que iba con una desechable de las de antes, de carrete, e hizo fotos para la revista Elle. No es la máquina, eres tú quien retrata.
Bien, pue si hacemos una foto con nuestro móvil con flash sin poner mayor interés es probable que nos salga algo así:
Pues con un poquito de gracia tenemos esto otro:
Este post os lo escribo en un momento desde el trabajo, y no puedo ponerme a hacer mucha historia aquí. Simplemente, he
imprimido una hoja con textura de madera, le he puesto un par de monedas por detrás al broche para alzarlo y he disparado sin flash. Si utilizáis luz natural y es lo suficientemente intensa puede ser que no necesitéis nada más. Si no, quizá tengáis que hacer unos ajustes básicos en algún programita o aplicación de edición.
Es verdad que esta foto la he hecho con una reflex pero el resultado es el mismo con otro aparato, puesto que además ahora se puede recrear el desenfoque de la lente con programas y apps con que tienen multitud de filtros.
Quiero que veáis dónde he hecho esta foto. Creo que queda claro que no tenéis excusa.
En la silla, sobre el papel impreso. No se puede decir que me haya esmerado mucho y mirad la diferencia. La primera foto, con flash, está hecha en la mesa. La luz que recibía el broche era la misma, pero el flash (no controlado) creaba esa atmósfera tétrica oscureciendo todo lo de alrededor. El flash, si se sabe utilizar, es divino pero si no, mejor no inventar.
Otro ejemplo, y así os he enseño la bolsita para los cables que me he hecho (sed benévolos, estoy aprendiendo a coser a máquina). La vi en
Pinterest y me encantó. Bien, la pongo sobre la silla y esta vez no pongo flash.
Decido que voy a esmerarme un poco y me acerco a la puerta del balcón. Y me tiro al suelo (sí, queridos, el que algo quiere, algo le cuesta)
En lugar de sacarlo cenital, esto es, desde arriba, busco un encuadre un poco diferente. Y clic.
Y lo muestro en todo su esplendor, que es de lo que se trata.
Si podéis, no os olvidéis de sacar un detalle de la textura, si vuestro macro os lo permite.
Obviamente, no era el momento ni el lugar de ponerme a hacer estas fotos. Con más calma, iluminaría mejor los productos y cuidaría más todo en general. Pero creo que es la prueba de que vosotros también podéis sacar mejor vuestras creaciones. Se lo merecen.
Sed felices! Que esto también es cuestión de ponerse mirando hacia la luz y no a las sombras.