Eso sí, desde la blackberry no controlo el formato, así que perdonad, pero este es un post "de guerrilla".
Llevo tiempo dándole vueltas a qué os puedo contar yo que no hayan ya tratado en los miles de blogs sobre el tema "bodil" y, de pronto, me vino la inspiración: el trayecto en coche al lugar de la ceremonia. Y no me refiero a que si en coche de caballos, en Rolls Royce o en helicóptero, sino al hecho de que ese momento también importa.
A ver, futuras novias, seguro que el consejo que más oís es que disfrutéis de todo, ya desde los preparativos, porque luego pasa muy rápido, y puede que controleis cada detalle del gran día. Sin embargo, ¿habéis pensado en el trayecto de vuestra casa a la ceremonia más allá de las flores con que adornaréis el coche o quién os llevará?
Igual sois muy precavidas y sí, pero me parece que la mayoría no lo hace. Bien, pues yo tuve la mejor "llevada" de la historia. Me llevó mi tío Tomi y él, su mujer (mi madrina de bautismo) y mis primos me organizaron un momento tremendamente especial. Según entré en el coche con mi padre y mi hermana, sonó la marcha nupcial, y fue bonito dado que los invitados a la boda no la oyeron en ningún momento. Después, empezaron a sonar mis canciones favoritas. Impagable vernos cantando a gritos "Livin' on a prayer" de Bon Jovi a los cuatro. Qué divertido, de verdad. ¡Fue muy emocionante! Además, sirve para liberar tensión. Nos reímos muchísimo y compartimos algo que nadie más pudo.
Y, por si fuera poco, en vez de dar vueltas para hacer tiempo, lo que hicimos fue pararnos a ¡brindar con champán!
De verdad que lo recuerdo con mucho cariño. De mi boda, fue de lo que más disfruté.
Feliz fin de semana
Enviado desde mi BlackBerry® de Vodafone
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