El terror de una novia y el de una bloggera

Os escribo porque mi madre me ha llamado la atención. :)

Ya sé que dije que pasaría más, pero os cuento: la verdad es que no han sido mis 6 mejores meses, y por fin he terminado mi proyecto de Protocolo después de haberme pasado como 100 días sentada frente al ordenado 15 horas... Sinceramente, me apetece ver a gente a la que no he podido ver, salir todo lo que no he salido y echarme a dormir sin pensar "tengo que hacer esto, luego lo otro, e intentar que me dé tiempo a..."

Me da un poco de yuyu hacerlo porque esto de los blogs requiere más trabajo del que parece, y tienes que leer y comentar otros para "figurar" en el ciberespacio. Algo un tanto imperativo que no me llega a gustar, porque no dispongo de tanto tiempo y me agobio. Y agobiarse es lo peor de esta vida, porque dejas de vivir anticipando todo tipo de desgracias. Pero bueno, que me da miedo "desaparecer", pero el caso es que creo que me he ganado un tiempecillo, y espero poder publicar cuando tenga algo digno que contaros o enseñaros y no me lo tengáis demasiado en cuenta ;).

Ahora que estoy a 13 días de mi primer aniversario, estoy reeditando el vídeo de mi boda, a ver si hago algo chulo y os lo enseño. El caso es que estoy emocionaíta perdía con la lectura de mis primas, entre otras,  (Anaaaaaa, por favor, cómo me hiciste llorar con ese comienzo..!!!), y viendo a las abuelas que ya no están. Y entre lagrimita y lagrimita, me topo con imágenes que me hacen sonreír, como las de... ¡La cámara espía!

Síiiiiiiiiiiiiiii, habéis leído bien... ¡Una cámara espía!!!

Lástima que no pueda poneros los vídeos enteros por si los protas quieren preservar su intimidad, pero con lo que os pongo os podéis hacer una idea de lo bien que lo pasé en mi camino a la ceremonia, con un cd sorpresa con mis canciones favoritas preparado por mis tíos y primos, o el pavor que experimenté al bajar del coche. Más que al vídeo, tenéis que tener que prestar atención al audio. Luego la imagen se estabiliza, pero no os lo puedo enseñar, por si acaso, que salen muchos niños pequeños. Sin embargo, os aseguro que es alucinante el plano de la gente en el pasillo hacia el novio, todos mirándonos, llamándonos guapos a mi padre y a mí y haciéndonos fotos. 

Hay cámaras espías de muchos tipos y precios. Sé que parece "friki", pero seguro que os gusta recordar ese momento, y sólo podréis conseguir un plano verdaderamente subjetivo de esta manera.

Y ya que estoy con la nostalgia... Os pongo de propina el vídeo de nuestro baile, aunque me da un poco de vergüenza! :)

¡¡¡Me quiero casa otra vez!!!