Ayer estuve de compras con mi amiga Emilia. No encontraba vestido y fuimos a Las Rozas Village, que ella no lo conocía. Bueno, pues ahora la veré espectacular en mi boda con su Karen Millen, pero no es de su traje de lo que quiero hablaros.
Nos estábamos tomando unas cañas para ponernos al día, y comentando cosas de la boda me preguntó si no teníamos aquí la tradición de los lazos. Como no tenía ni idea de que hablaba, me explicó esta curiosa costumbre sudamericana típica de las fiestas de los 15 años o las bodas. Consiste en que la tarta nupcial se rellena con unas cintas de raso con un colgantito en el extremo que queda dentro. Una de ellas tiene un anillo en vez de un colgante. Las solteras han de tirar de cada lazo y la que saca el anillo será la próxima en casarse.
Qué curioso me resulta que hasta el postre de un banquete sea tan cultural que difiera así de un lugar a otro. En protocolo.org, cuentan que el origen de la tarta nupcial se cree que "es romano. Se partía una hogaza o boya de pan sobre la cabeza de la novia como símbolo de fertilidad. Luego los invitados comían los trozos caídos. Posteriormente, en la Inglaterra medieval esta costumbre se hacía llevando los invitados unos dulces, tipo bizcocho o tarta que se ponían unos encima de otros para ser bendecidos por los novios, troceados y repartidos entre los invitados. De aquí surge la tradición de la tarta de varios pisos."
A mí me parten una hogaza encima de la cabeza y no tienen mundo para correr.
En España, estamos perdiendo la tradición de cortar la tarta. Ahora se considera hortera la estampa de los novios con el sable dándose a probar y se sirven directamente las porciones individuales. Sin entrar a valorar, lo cierto es que nos perdemos auténticas maravillas. Os pongo ejemplos que he encontrado en la red, desde lo más cursi hasta lo friki, que para gustos, ¡las tartas nupciales!
La de Kate y William |
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