Volver a soñar

¿Perseguís algún sueño? ¿Lo habéis tenido y lo habéis dejado por imposible o improbable? Yo sí. Y sí. Pero ahora voy a retomarlo y estoy ilusionadísima.

Fotograma de La historia interminable

Cuando se desea algo desde pequeña, cuando se siente que se podría alcanzar, cuando te visualizas viviendo tu sueño no tiene sentido ni perdón dejarlo por las dificultades. Abandonar un anhelo es dejarse morir un poco, volverse gris de repente y destruir un puñado de sonrisas. Creo que aquel cuento estaba mal, y que es cada vez que se deja de perseguir un sueño cuando muere un hada. La vida -la VIDA- son las ilusiones. Nada más. La ilusión es lo que nos hace levantarnos cada día. La posibilidad de reinventarse cada jornada, llenar cada día de emociones, risas, esperanzas, es el único combustible. El que no vive así, se apaga poco a poco, y la tristeza va anegando nuestro ser hasta que la Nada lo consume todo y sólo queda de nosotros el pellejo y la "chicha".

La motivación nos hace capaces, y si nos sentimos capaces podemos ser invencibles. Pero a veces se nos olvida o no nos dejamos tiempo siquiera para imaginarnos logrando lo que  tanto ansiamos.

Fotograma de La Historia interminable

Yo casi me hundo como el caballo de Atreyu. Por suerte, he vivido cómo un sueño de hacía realidad de cerca, y eso me ha devuelto ese poderoso amuleto que todos tenemos guardado en algún sitio: la ilusión.

Ana, empezó siendo una compañera de trabajo y ahora es un símbolo de que querer es poder. He visto cómo escribía a ratos en el trabajo un cuento que ahora publica una conocida editorial. Ella quería ser escritora y lo ha conseguido. Ha soñado mucho, pero ha trabajado más. He constatado que la suerte es un cóctel de ilusión, empeño, esfuerzo y... Constancia. Eso me ha faltado a mí y suele ser lo primero que se nos cae del petate en nuestro camino. Para ser constante necesitamos ilusión, y ésta se alimenta de sueños, así que si no soñamos, nos quedamos sin razones para despertarnos y seguir adelante.

Las aventuras de Alfred y Agatha son como una gran comilona para mi ilusión. Su autora, Ana Campoy, y su sueño cumplido, me han dado energía suficiente para echar a correr a por los míos. Ojalá su historia os sirva también a vosotros de inspiración y empuje, sea lo que sea lo que perseguís, porque en cuanto a anhelos, no hay tamaños.

Volved a creer y soñad, pues, sobre todo de día, y corred a comprar los libros de de Ana, que ha conseguido que Alfred Hitchcock y Agatha Christie sean un par de niños en medio de misterios y aventuras.