Muy poéticamente, al tiempo que se iba mi abuela venía Tirso, el primer hijo de mi amiga Laura. Le tenía esto preparado. Ha sido una reconciliación con la sopa. La odiaba. Mis pobres padres me la ponían de letras a ver si así colaba, pero no había manera. Ahora se me ocurren muchas cosas que hacer con ella (aunque comerla sigue en los últimos puestos). Mi hermana fue la que me dio la idea (¡muchas gracias, Sonia!). Tengo a la familia volcada con las peripecias.
Tirso, esto es sólo el comienzo de tu vídeo de bienvenida. Espero que te guste (algún día).
Otra versión:
El que canta, es un pequeño oriental digno de ver. Cuidado, que enamora.
4 comentarios:
at: 26/2/12, 22:39 dijo...
Me encanta tu sopa de bienvenida!!!
Y yo aquí,sonriendo con el chaval de guitarra...
Saludos,Eli
at: 27/2/12, 10:20 dijo...
Muchas gracias, Elisa. A mí me encanta tu cuaderno. De hecho, todos los cuadernos. Tengo una obsesión con ellos..! PEro no sé si me animaré a hacerme uno, que soy una manazas.
at: 27/2/12, 22:50 dijo...
Vaya, vaya... Resulta que iba yo a darte las gracias por pasarte por mi blog y me encuentro que nuestro nexo de unión ha sido Elisa!
Me ha encantado el oriental poseído por la guitarra. Y seguro que después de este post a Tirso le acaba gustando la sopa.
Marta
at: 29/2/12, 14:37 dijo...
Me encanta el chinito y las caritas que pone! jaja Pero oye, más o menos entona... Por lo menos lo intenta que es lo importante! El vídeo de Tirso está guay y además me encanta la sopa de letras!! :P Besitos!
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