Mi media langosta

Los Reyes Magos me trajeron el pack con la serie completa de Friends y la estamos volviendo a ver. No me canso. 

¡Qué guiones! Justo anoche veíamos El del vídeo del baile de graduación, aquel en el que Phoebe se refiere a Rachel como "la media langosta de Ross". Al margen de la sonrisa que provoca el comentario, parece que estos crustáceos son monógamos, y cuando su pareja muere en muchas ocasiones arrastran su cuerpo con ellos durante mucho tiempo hasta que el cuerpo se acaba descomponiendo. 

¿Hay algo más romántico? Jo, para mí, esto está a la altura del baile en un instante de lucidez de Allie en el Diario de Noah, o de la escena de los carteles en el umbral de la puerta de Love actually, o cuando el personaje que interpreta Brad Pitt en Babel ayuda a su mujer (Cate Blanchett) a orinar, en uno de los momentos más conmovedores que recuerdo.

Lo de celebrar o no San Valentín va a gusto del consumidor... ¡Nunca mejor dicho! Desde luego, lo importante es querer todos los días y no necesitar uno para demostrarlo y blablabla. Pero quiero dejar aquí una reflexión personal... Los que tienen cara de haber chupado un limón son los que se levantan contra este día. No veo un sólo enamorado que celebre su día con esos caretos "ceñifruncidos", sino disfrutando. 

Nacho y yo nos demostramos muchos días sin nombre y apellido cuánto nos queremos y nos sorprendemos en el momento más inesperado pero, bueno, como yo le quiero todos los días y, por tanto, hoy también, pues se lo digo por aquí para que se ponga rojo y sin gastarme un duro (desmontando eso del "día del Corte Inglés").

Es mi media naranja o langosta  por un montón de cosas grandes e importantes pero, sobre todo, por un sinfín de detalles pequeños que son los que colorean cada día.