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miércoles, 2 de marzo de 2011

Velos y cosas que no podemos tener

 Willow oye piar a los pajaritos y se muere por salir... a ver si caza alguno. Yo le dejo salir muchas veces, pero no siempre puede pasarse la tarde entera en el pasillo ¡porque se mete en casa de los vecinos en cuanto me descuido!

La verdad es que me da mucha pena cuando se pone así y llora, pero me da miedo que se pierda o lo atropelle un coche.


Y yo me tengo que aguantar igual que él. Me hacía una ilusión enorme llevar el velo de mi madre, pero no va a ser posible. Cuando lo comenté, mi madre no daba crédito, al fin y al cabo ese enorme tul de dos capas ha servido de disfraz (fui de la novia cadáver con él), de indumentaria para mis fotos (¡Bea estaba guapísima!). Mi madre lo lavó y estaba como nuevo ¡después de 30 años! Peeeero parecía una bola de algodón con él. He de constatar aquí que mido 156cm y que eso no ayuda. 

Mi gozo en un pozo. Pero bueno, siempre me quedarán las fotos que me hicieron en el probador, claro que esas no os las puedo poner aquí no vaya a haber espías... ;)
                                                                           
Seguiré utilizándolo para los estilismos de las sesiones.
Me encanta combinarlo con vaqueros, como en la foto de vuestra derecha, con la acción de photoshop de Rafael Tuduri.
En cuanto a lo de velo sí o no en una boda civil... Pues lo que tú quieras, siempre y cuando no corras el riesgo de que alguien te aspire por parecer una gigantesca pelusa blanca.


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