Claro, con tanto "no piques entre horas..."
Es un salón de té, ambientado siguiendo un estilo totalmente british, donde podéis picar algo dulce (qué tartas...) o salado (sandwiches) y empaparlo con café, té o zumo.
Está cuidado hasta el último detalle, tanto que parece estar jugando a las casitas, con esos juegos de café de porcelana todos iguales.
Probamos la tarta de dulce de leche, la de queso con frambuesa, pero la ganadora, sin duda, fue la de naranja que se pidió Mari Carmen. ¡Qué delicia! Y por si su exquisito sabor no fuera suficiente, la servían con una cremita ligera que convertía el bocado en una auténtica delicia. Por favor, id y pedid tarta de naranja. ¡Ninguna otra!
Si no podéis resistiros, la encontraréis en el 4 de Santa Engrancia, aunque han abierto otro salón en Príncipe de Vergara.
No os defraudará.
La tarta de naranja |
Además, podéis llevaros algunos de sus riquísimos productos a casa. Hay mermeladas, magdalenas (cupcakes)... Y todo es cajitas o tarritos tan monos que pueden ser un detalle perfecto para regalar.
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